El ratón, el jabalí o el elefante.¿Qué vehículos hay que electrificar, para reducir la contaminación en las ciudades?

Muchos opinan que la solución a la contaminación es el coche eléctrico, pero no todos los vehículos contaminan igual ¿Cuáles interesa electrificar y cuáles no?

Imagina que te esfuerzas en cuidar un huerto o tienes un precioso jardín, pero hay algún bicho que viene por la noche a comerse las plantas y pisotear las flores.

Decidido a resolver el problema, una noche te quedas de espera con un cartucho en tu escopeta. Entonces enciendes la luz y descubres un ratón, un jabalí y un elefante. ¿A cuál dispararías? ¿Cuál de los tres crees que está causando más destrozos en tu jardín? La cantidad que puede comer o pisotear un elefante, ¿crees que es comparable a la del ratón?

¡Tranquilos, que no se trata de hacer daño a ningún animal!
Solo es un símil de otra situación:
Queremos cuidar la ciudad, pero hay algún vehículo que contamina el aire, y tratamos de resolverlo de la mejor forma posible.
Así descubriremos que no todos los vehículos contaminan igual. Y que merece la pena electrificar algunos, y otros no.

Comencemos con el símil de cazar al ratón.

Los exiguos beneficios que conseguiríamos disparando al ratón, serían comparables a obligar a un jubilado a cambiarse a un coche eléctrico.


El ratón causa pocos daños, igual que el jubilado apenas contamina, porque apenas mueve su coche:
El jubilado ya no tiene que llevar a los niños al colegio, ni tiene que ir a trabajar a diario.
De hecho el jubilado mueve tan poco su coche, que apenas contamina.
Salvo que tenga que ir alguna vez al hospital, solo usa el coche para irse al pueblo de vacaciones y para salir al campo o a la playa en algunos puentes. Son viajes a fuera, que no contaminan la ciudad.


Ves que no merece la pena malgastar el cartucho en matar al ratón (obligar al jubilado a cambiarse a un coche eléctrico), cuando te das cuenta de que:

  • Solo tienes un cartucho
    No hay Litio suficiente en el planeta Tierra para hacer baterías y que todos los coches sean eléctricos.
  • Cuesta más el cartucho que el beneficio que consigues disparándolo
    Fabricar un coche nuevo contamina como recorrer 60.000 Km. (75.000 si es eléctrico), y el jubilado no le va a hacer tantos en lo que le queda de vida, porque solo hace 1.000 Km. al año. Con la diferencia de emisiones entre el coche nuevo y el viejo, el jubilado nunca amortizará la contaminación inicial causada el fabricarlo, y globalmente le habrás obligado a contaminar más, en contra de su voluntad.
    Si multiplicamos esto por miles o millones de coches viejos, el desastre ecológico puede ser bíblico.
  • Matar el ratón te puede traer consecuencias negativas (pon el oído, Almeida)
    Los jubilados te votaban asiduamente… hasta que los puteas y les obligas a cambiar de coche, a base de multas y zonas de bajas emisiones.


No cabe duda de que asignar etiquetas de colores en función del año de fabricación del coche, es sencillo para la DGT. Pero obligar a cambiar todos los coches viejos ¿Es efectivo?
Atentos al siguiente razonamiento, porque me temo que los cerebros de nuestros políticos no dan para tanto:
Si alguien tiene el mismo coche desde hace más de 20 años, es señal de que no lo mueve a diario; O de lo contrario ya lo habría machacado, y hace 15 años que se habría comparado otro él solito, sin necesidad de que su ayuntamiento le “estímule” con prohibiciones, multas y ZBE.

Además es injusto matar al más débil.
Igual que si pegas un tiro al ratón, es seguro que lo matas; Si obligas al jubilado a cambiar de coche, no podrá pagarlo con su pensión. Le estás condenando a no poder ir al pueblo de vacaciones nunca más.

¿Qué necesidad hay de maltratar al jubilado por hacerle cambiar su coche viejo, cuando los coches viejos son los que apenas se mueven por la ciudad, y por tanto son los que menos contaminan?

Apuntar al ratón (hacer cambiar todos los coches más viejos) no solo sería lo menos efectivo, sino que sería matar pulgas a cañonazos, y además sería contraproducente.
Pero, desgraciadamente, es lo que estamos haciendo.

Ahuyentar al jabalí parecería ser más eficaz.

El jabalí es un animal con más porte que el ratón, y puede causar más daños en el huerto.
Los efectos en la ciudad son comparables a los de la gente que tiene que ir a trabajar a diario, y que están yendo en coche para no perder un par de horas al día haciendo trasbordos en transporte público.


Podría merecer la pena ahuyentar al jabalí con un disparo. Pero el trabajador es una persona que depende tanto de su coche, y que le hace tantos kilómetros (pongamos unos 20.000 al año), que es raro que no cambie de coche antes de 10 años. Por lo tanto, probablemente su coche tampoco será de los más contaminantes (sobre todo comparado con el elefante, como vemos a continuación).

¿Por qué digo ahuyentar, y no matar al jabalí?
Un disparo de escopeta seguramente también mataría al jabalí.
Pero tratándose de personas, hay soluciones mejores que obligar a todos los trabajadores a cambiar de coche (sobre todo cuando la mayoría están tan apurados pagando la hipoteca o el alquiler, y criando los hijos, que el desembolso económico les puede suponer una verdadera dificultad en sus vidas).
¿De qué otra solución hablo?
De ayudarles a compartir sus viajes en coche al trabajo, para que ya no tengan que ir cada uno en su propio coche (tirando el dinero al desperdiciar 4 asientos libres por viaje, y moviendo muchos más coches infrautilizados de los necesarios).
“6 de cada 10 españoles compartirían coche a diario, para ahorrar”, y pronto podrán ir la misma gente en menos coches, ahorrarse más de la mitad de sus gastos (al dividirlos entre varios), y librarse de muchos problemas (como aparcamiento y  atascos de tráfico de hora punta).
Se lo pondrán fácil las nuevas apps de compartir coche para ir a trabajar (como DedoCar.org).

No salvaremos el mundo cambiando todos de coche, para luego seguir yendo al trabajo cada uno en el suyo. Pero ayudando a los ciudadanos a compartir coche al trabajo, una ciudad como Madrid puede reducir sus emisiones de CO2 en hasta un millón de toneladas al año.

En vez de matarlo, podríamos ahuyentar al jabalí extraviado para que vuelva con su manada (Y no olvidemos que los trabajadores también votan).

Así que, el jabalí tampoco parece el mejor objetivo al que disparar.

Lo verdaderamente inteligente no es apuntar al ratón, ni al jabalí, sino conseguir espantar al elefante.

El elefante sí que es enorme, come mucho y puede causar grandes daños pisoteando plantas. ¡Definitivamente, ese es el bicho que tenemos que expulsar del jardín con el disparo (el vehículo que hay que electrificar inmediatamente, sí o sí, para librarnos de la mayor parte de la contaminación)!


Y ¿Cuál es el equivalente urbano al elefante? ¿Cuál es el vehículo que más contamina la ciudad, con diferencia?
Aunque los gestores de las EMTs no lo quieran admitir, es el autobús urbano.

Un autobús ha de ser un vehículo enorme, para intentar dar abasto a la tremenda demanda de plazas de transporte que tenemos en las horas punta (cuando una mayoría de ciudadanos hemos de entrar a trabajar, y volver a casa). Por eso un autobús pesa 15 toneladas (como 10 coches). Y lamentablemente también consume energía y contamina como 9 coches.

Y además, los autobuses se pasan todo el día dando vueltas sin parar, porque tienen que prestar un servicio regular a los viajeros (a diferencia del coche, que no hace mas que un viaje al día, y mientras está parado no contamina).

Esta característica la tienen en común con los taxis, que (aunque no sean tan grandes) también circulan mucho, y contaminan en proporción a los kilómetros recorridos (casi todos dentro de la ciudad).
También los taxis se han de electrificar cuanto antes, por la cuenta que nos trae.

La ventaja de electrificar los vehículos del servicio público urbano, es que la inversión se amortiza pronto y bien, precisamente por la gran cantidad de kilómetros que hacen en pocos años.

Eligiendo electrificar estos vehículos siempre acertamos:

  • Porque con menos recursos, afrontamos el mayor problema (conseguimos la máxima eficiencia, al electrificar los pocos vehículos que más contaminan).
  • Y porque podemos garantizar que, cuando llegue el momento de jubilar esos vehículos, siempre habrán compensado con creces la contaminación que causó fabricarlos.

Autor: Martin en DedoCar.org

Necesitamos una app para compartir coche al trabajo

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