Ir a trabajar en coche no solo es más rápido; También puede ser tan económico y más sostenible que en autobús.

Gráfica del MITMA mostrando que el índice de ocupación del transporte público ronda el 10% en distintas ciudades españolas.

Más transporte público no es la solución a los problemas de la ciudad. El carpooling sí.

El tabú del coche está muy extendido. Siempre nos dicen que el coche es el enemigo de la ciudad, porque la mayoría de coches solo llevan una persona. Así, el rendimiento de un coche de 5 plazas solo sería de 1/5 (el 20%).

Mientras tanto, nos «venden la moto» de que un autobús lleva mucha más gente en un solo vehículo, por lo que el transporte público sería más eficiente y sostenible.

Pero esto en realidad es un mito, que se demuestra con datos oficiales.

La gráfica del ministerio (en la cabecera de este artículo), indica claramente que la relación entre la oferta y la demanda de plazas de transporte público ronda el 10%, con solo ligeras diferencias entre ciudades.

¿Que significa?

Que de las plazas disponibles en transporte público, en promedio solo el 10% van ocupadas por viajeros… y el 90% restante se desperdician.

Está claro: El rendimiento del transporte público solo es del 10% (o sea, la mitad del rendimiento de ese coche que solo llevaba al conductor).

Nadie pone en duda que el transporte público es necesario; Pero que no nos engañen: No es tan eficiente, ni tan sostenible como nos lo pintan (ni tampoco tan económico, pues sobrevive gracias a la subvención del precio del billete).

¿Por qué ocurre?

El gran problema del transporte público es que la demanda de plazas (el número de viajeros) varía mucho a lo largo del día. En la gráfica del número de viajeros, hay dos grandes picos en las horas punta (cuando la mayoría de la gente tenemos que ir y volver del trabajo, prácticamente a la vez). Pero fuera de hora punta hay muchas menos personas con necesidad de desplazarse.

Sin embargo la oferta de plazas del transporte público es prácticamente constante a lo largo del día.

Gráfica del reparto horario de la demanda y la oferta del transporte publico

En los picos de la demanda, el transporte público se congestiona. Luego fuera de hora punta, al tratarse de un servicio público, los autobuses tienen que seguir dando vueltas sin parar (para mantener cierta regularidad en los intervalos de paso por las paradas); Aunque esto suponga desperdiciar muchas plazas libres, durante demasiadas horas del resto del día.

Para tratar de dar abasto a la demanda de las horas punta, las empresas municipales de transporte han de comprar y operar autobuses con muchas plazas, que son enormes. Cada autobús urbano pesa unas 15 toneladas (lo que equivale al peso de 10 coches). Y por tanto, cada uno consume energía y contamina como 9 coches (tanto si lleva pasajeros, como si no).

Mientras ese autobús vaya lleno, la relación entre energía consumida y personas transportadas es buena. Esto es lo que nos han dicho siempre… pero la realidad es que solo ocurre durante un par de horas al día. El resto del tiempo, el autobús es menos eficiente que el coche.

En el promedio diario, el coche (aunque solo lleve una persona) resulta ser el doble de eficiente que el autobús. No es milagro. Simplemente, cuando vas a trabajar en coche, no lo vuelves a mover hasta la hora de salir; Pero el autobús sigue dando vueltas.

Por eso, en los viajes de ir a trabajar en hora punta, no se debe tratar de pasar gente del coche al transporte público, o la situación empeoraría: Al aumentar los picos de demanda, se necesitarían autobuses aún más grandes, que luego desperdiciarían aún más asientos libres.

Lo sensato es hacer lo contrario: Reducir una parte de los viajeros que van al trabajo en transporte público, para poder dar abasto a la demanda de la hora punta con autobuses más pequeños, más baratos, eficientes y sostenibles. Y también más fáciles de electrificar (por el enorme tamaño y peso de la batería que necesitan, para aguantar todo el día moviendo tan tremenda mole).

Aprovechemos la oportunidad que nos brinda el «carpooling», y compartamos los viajes en coche para ir a trabajar:

Esto sorprenderá a muchos, pero en los coches que circulan por cualquier ciudad, llevamos más asientos libres que viajeros van en metro y en bus; Y la mayoría de esos asientos libres estarían disponibles justo en las horas punta de entrar y salir del trabajo, porque las encuestas coinciden en que «6 de cada 10 españoles compartirían coche a diario, para ahorrar.

Podemos mitigar los principales problemas de la ciudad, con solo aprovechar algunos de los asientos libres de nuestros coches en las horas punta, para llevar a otras personas de las que vamos al trabajo en la misma dirección, y estamos deseando dividirnos los gastos del viaje entre varios.

Al llevar varias personas por coche, la eficiencia sube y todos los problemas mejoran.

Por ejemplo, si un coche de 5 plazas pasa de llevar uno, a llevar tres viajeros, su eficiencia sube del 20 al 60%.

Y en vez de tener que pagar cada uno el coste integro de ir en su propio coche, nos sale por una tercera parte de lo que nos costaba antes. O podemos ir con la rapidez y comodidad del coche, pero al mismo precio y en tres veces menos tiempo que haciendo trasbordos en transporte público (en cuanto no tengas buena combinación).

Además, ese único coche encontrará aparcamiento antes y más cerca del trabajo, que cuando éramos tres conductores compitiendo por las plazas.

Y, si se anima bastante gente a hacer lo mismo (a partir de compartir el 15% de los coches), quitaremos tantos vehículos del tráfico en hora punta, que todos llegaremos al trabajo y volveremos a casa en menos tiempo, al disminuir o desaparecer los atascos de tráfico (que solo se producen, cuando intentamos que circulen por las calles unos pocos coches más de los que caben).

Y, para colmo, podemos reducir las emisiones de CO2 de la ciudad en hasta un millón de toneladas al año; Sumando los efectos de mover menos coches, dar menos vueltas para aparcar, y reducir atascos (donde los vehículos atrapados consumen y contaminan hasta un 80% más de lo normal).

¡No hagamos más caso a los dogmáticos que viven de enfrentar el coche contra el transporte público! Ambos pueden ser aliados en la ciudad.

Gracias a compartir los asientos libres de nuestros coches para ir a trabajar, no solo podemos aumentar la economía, la eficiencia y la sostenibilidad de ir en coche; Sino también la de ir en transporte público, con unos autobuses de tamaño más ajustado a una nueva curva de demanda más plana a lo largo del día.

Autor: Martin en DedoCar.org

Necesitamos una app para compartir coche al trabajo

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