Totalmente de acuerdo con este artículo de Antoni Gutierrez Rubi:
Hemos de percibir los entornos urbanos, no tanto como escenarios para probar nuevas tecnologías, sino como el escenario por antonomasia, para probar las nuevas soluciones que permite la tecnología, para los problemas de la ciudad; que se deben al hecho de concentrar cada vez más población.
Sobre todo, hemos de mitigar los problemas relacionados con la movilidad. A medida que las distancias y los tiempos de desplazamiento diario al trabajo son cada vez mayores, se emplean cada vez más recursos y energía, lo que provoca mayor escasez de espacio urbano y contaminación… entrando en un circulo vicioso, que es difícil de romper con las soluciones tradicionales (transporte público, bicicleta…).
La solución solo puede venir de combinar los elementos que menciona:
- Los cambios sociales provocados por ideas como la economía colaborativa (para desplazarme, ya no necesito tener la propiedad exclusiva de un bien, como mi propio coche; sino que me basta con tener acceso cuando lo necesite a un medio que me lleve del punto A al punto B, preferiblemente aprovechando un asiento libre en un vehículo que ya esté yendo en esa dirección, para dividir entre varios los gastos del viaje en un solo coche, y que cientos de miles de personas no necesiten mover cada persona el suyo a diario),
- Con tecnologías como las apps, que casi cualquiera puede crear gracias a Android, y que todos usamos en el smartphone que llevamos en el bolsillo.
Combinando ambas cosas, podremos atacar los principales problemas urbanos: La contaminación, la falta de espacio y los atascos de tráfico en hora punta.
Más que como problemas individuales, hemos de verlos como distintos síntomas de un único mal común. En realidad todos vienen provocados por el uso tan poco eficiente que estamos haciendo de millones de nuestros coches. La mayoría de ellos llevan solo al conductor y desperdician 4 asientos libres en cada viaje; sumando el despilfarro colectivo de más de 4.000.000 al día en una ciudad del tamaño de Madrid (son más que las personas viajan en Metro y Autobús urbano juntas).
Muy pronto esperamos poner en marcha una plataforma tecnológica que traslade al entorno urbano el concepto de éxito ya comprobado por BlablaCar, de compartir los viajes en coche; y que facilite compartir también nuestros desplazamientos cotidianos (principalmente los millones de viajes al trabajo que se dan en la hora punta).
La plataforma se basa en una aplicación de móvil, que presenta y coordina a los viajeros compatibles sobre la marcha durante sus viajes, indicando al pasajero cuál es el primer coche que va a pasar por donde él está y lleva su misma dirección, y señalado al conductor donde puede ir recogiendo y entregando pasajeros a lo largo de su ruta, mientras va de camino al trabajo o estudios, o de vuelta a casa.
La app se lo pone a ambos muy fácil, porque (menos conducir) hace todo por ellos, incluyendo el reparto equitativo de los gastos del viaje compartido.