Tres efectos de compartir coche para ahorrar, que reducen la contaminación.

Compartir esos asientos libres que lleva tu coche mientras vas al trabajo, además de ahorrarte bastantes gastos, puede reducir la contaminación del aire, por tres motivos:

  • Circulan menos coches.
  • No dan vueltas buscando aparcamiento.
  • Y se acaban los atascos de tráfico.

 

Veamos como nos beneficia compartir los viajes:

 

1.  Mover menos coches

En los coches que circulan por una ciudad como Madrid, estamos desperdiciando cuatro millones de asientos libres al día; porque actualmente cuatro de cada cinco coches solo llevan al conductor.

 

En vez de tirar el dinero conduciendo cada uno el suyo, buena parte de estos viajeros podrían ir al trabajo aprovechando las plazas vacantes de los coches que van en su misma dirección.

Cada coche compartido puede llevar de uno a cuatro pasajeros, que se reparten los gastos del viaje con el conductor.

 

Viajando así, los que van de pasajeros dejan de mover sus coches, y estos ya no contaminan nada. Esto resulta mucho más económico, eficiente y sostenible, pudiendo ahorrar hasta el 75% de los gastos, de la energía y de las emisiones contaminantes.

 

2.  Aparcar más fácilmente

Se estima que el 30% del tráfico de Nueva York está formado por coches que dan vueltas buscando un sitio para aparcar.

 

La segunda consecuencia de compartir los viajes en coche es que, al llegar a su destino, solamente uno de los viajeros (el conductor) necesita una plaza de aparcamiento, y ahora encontrará libres las plazas que antes ocupaban los coches de sus pasajeros.

 

Los conductores de este menor número de coches compartidos, ya no tendrán que dar vueltas en busca de aparcamiento, y el tiempo y los kilómetros que ahorran también ayudan a reducir la contaminación.

 

3.  Eliminar los atascos de tráfico

En los atascos de tráfico, tú tardas tres o cuatro veces más, y tu coche contamina un 80% más, al tener que hacer continuas arrancadas y paradas, y utilizar la primera velocidad o marchas cortas.

Las congestiones de tráfico se producen en hora punta, cuando hay un pico en el volumen del tráfico porque muchas personas tienen que ir a la vez al trabajo o de vuelta a casa (y pretenden ir cada una en un coche). En esos momentos, el número de vehículos que intentan circular es mayor de lo que admiten las vías de circulación. Una vez que se alcanza el punto de saturación de la vía, el tráfico se colapsa y, paradójicamente, en esas circunstancias pueden circular muchos menos coches de los que caben normalmente. Una vez formado el atasco, hasta que no pasa bastante tiempo después del pico de tráfico, no se normaliza la situación, y las calles y carreteras no vuelven ser capaces de “tragar” el número de vehículos para el que se diseñaron.

 

La tercera consecuencia (pero no la menor) de compartir los viajes y transportar más personas en menos coches, es que no se alcanzará el punto de saturación de las vías de circulación. Todos los que antes aguantaban el atasco de la hora punta (cada uno metido en su propio coche), ahora disfrutarán del tráfico fluido que es normal en otros momentos.

 

Los trabajadores ahorrarán tiempo de desplazamiento y los efectos sobre la reducción de la contaminación serán muy grandes, puesto que todos los vehículos en circulación (y no solo los coches compartidos) podrán mantener una velocidad normal utilizando marchas largas, y dejarán de contaminar ese 80% adicional debido a los atascos.

 

La diferencia entre compartir viaje y compartir coche

 

Nótese que los efectos beneficiosos que mencionamos, se basan en compartir unos viajes que íbamos a hacer en nuestro coche de todos modos para, en vez de desperdiciar varios asientos libres en cada recorrido, que los aprovechen otras personas que van en la misma dirección.

Así pues, las ventajas vienen de “compartir viaje” y no de lo que algunos llaman “compartir coche.

 

Actualmente están de moda los servicios de ciertas empresas tecnológicas que te alquilan un coche por horas, ya sea con o sin conductor.

Estas empresas explican unas supuestas ventajas de lo que ellas llaman “compartir coche”; cuando en realidad su modelo de negocio se basa en prestar un servicio de taxi, o en alquilar su flota de coches. Este denominado carsharing en realidad no quita contaminación, ni reduce tantos problemas en la ciudad como pretenden hacernos creer, porque cada uno de estos “coches compartidos” sigue llevando varios asientos libres y un solo viajero en cada recorrido, y lo más que consigue son beneficios para estas empresas.

 

Los beneficios que hemos mencionado antes, solamente los conseguís cuando varias personas vais juntas, porque compartís un mismo viaje del coche y aprovecháis unos asientos libres que se iban a desperdiciar.

A esto lo podemos llamar carpooling, ridesharing o simplemente compartir viajes, y se basa en el espíritu de la economía colaborativa para beneficiar a la gente.

Puede quedar más claro con unos ejemplos: Uber dice que “comparte coches”, mientras que BlablaCar son personas que comparten sus viajes en un solo coche.

 

Seis de cada diez españoles compartirían coche a diario para ahorrar (pero no conocen a alguien que vaya en su misma dirección).

 

BlablaCar ya pone de acuerdo a varias personas que tienen que ir a otra localidad en una misma fecha, para que viajen juntas en el mismo coche y ahorren gastos.

Pero BlablaCar no nos sirve para compartir nuestros recorridos cotidianos. En la ciudad necesitamos algo más ágil, que nos ayude cada día a compartir coche para ir al trabajo y volver a casa. Estos nuestros recorridos más frecuentes, en los que la mayoría tenemos dificultades, en los que nos gastamos casi tanto dinero como en alimentación, y en los que más contaminación del aire podríamos evitar.

 

Por eso, en DedoCar.org hemos creado una aplicación de smartphone que dice al pasajero cuál es el primer coche que pasa y le puede llevar; y que avisa al conductor de donde están los pasajeros que van en su misma dirección y están dispuestos a compartir los gastos del viaje.

La app trabaja en tiempo real (sin reserva ni compromiso previo) y permite ir llenando los asientos libres del coche durante todo el recorrido previsto por el conductor, a la vez que va dividiendo automáticamente los gastos del viaje, entre cuantos más van juntos, mejor para todos.

 

Resumen:
Tengamos en cuenta la gran diferencia entre ir cada uno en su propio coche (o transportar individualmente un viajero después de otro, en sucesivos recorridos de un taxi o de un coche de alquiler), y que varias personas compartan simultáneamente un mismo viaje del coche de uno de ellos, que es una forma mucho más eficiente de moverse por la ciudad.
Aprovechar los asientos libres del coche para llevar varios viajeros a la vez, durante un recorrido que tienes que hacer de todos modos, no solo ahorra, sino que reduce (y mucho) la contaminación; porque se suman tres efectos beneficiosos: Llevar más personas con menos viajes; Tener que aparcar menos coches; Y eliminar los atascos de tráfico, en los que los coches consumen y contaminan un 80% más.

 

¡Apúntate a DedoCar si quieres una app para compartir tus viajes al trabajo! (como pasajero o como conductor)

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¿Solucionamos la contaminación con una app?

Se trata de utilizar menos coches para movernos por la ciudad.
Que cada uno no tenga que ir al trabajo solo en su propio coche; sino que tú encuentres alguien que va para allá y te puede llevar en el suyo. O (si prefieres conducir) que recuperes parte de los gastos, aprovechando tus asientos libres por el camino.
La app presenta mutuamente a los conductores y pasajeros que lleváis la misma dirección, justo en el momento en que podéis compartir viaje.
Y de paso, soluciona muchos problemas de movilidad en la ciudad.

 

Los Ayuntamientos saben que cuatro de cada cinco coches solo llevan al conductor, y que en una ciudad como Madrid, cada día se desperdician cuatro millones de asientos libres.
Así utilizamos demasiados coches, lo que nos hace sufrir atascos de tráfico, problemas de aparcamiento y un exceso de contaminación.

El Dr. Martin Treiber (de la Universidad de Dresde), sabe que así tardamos tres o cuatro veces más y que en los atascos el coche contamina un 80% más.

@NacionRotonda sabe que retirando del tráfico un 20% de los coches en hora punta, se acabarían los atascos. Y @DedoCarApp ha estudiado cómo conseguirlo, aprovechando los asientos libres para llevar como pasajeros a varias personas que van en la misma dirección, y que ya no estarán obligadas a mover su coche cada día.

Cualquiera sabe que cada coche que comparta sus asientos libres en un viaje, quitará del tráfico entre 1 y 4 coches (los de quienes vayan de pasajeros, que ya no contaminarán).

El Instituto Nacional de Estadística sabe que la familia española se gasta en transporte casi tanto como en alimentación, y el Ministerio de Fomento sabe que es aún peor cuando vas tu solo en el coche, porque te cuesta 28€ cada 100 Km.

Rastreator sabe que 6 de cada 10 españoles estarían dispuestos a compartir coche para ahorrar.

Pero lo que los viajeros no sabían, era con quién podían compartir sus recorridos cotidianos

(porque BlablaCar solo sirve para ir a otra ciudad).

Esta nueva app se lo dice en el acto.

 

La app va descubriendo sobre la marcha qué personas tienen recorridos compatibles. Muestra al conductor donde puede recoger varios pasajeros, con los que llenar sus asientos libres mientras va de camino hacia su destino; y a la vez le dice a cada pasajero cuál es el primer coche que le puede llevar.
También va repartiendo los gastos del viaje entre todos los que van juntos en el mismo coche. Cuantos más son, más ahorra cada uno, y es mejor para todos.
Es como «ir a dedo» (o hacer auto-stop) con ayuda de la app.
Por eso, esta app se llama DedoCar.

 

Solo solucionaremos nuestros problemas y los de nuestras ciudades, haciendo las cosas de forma diferente a partir de ahora:

En vez de seguir contaminando y tirando el dinero (por ir cada uno en su propio coche), compartamos los asientos libres en nuestros viajes de cada día al trabajo, y librémonos de los atascos de trafico en hora punta y de los problemas de aparcamiento… (Y, si lo hacemos por todo el mundo, incluso mitigaremos el cambio climático y retrasaremos el agotamiento de los combustibles fósiles).

¡Ayudémonos unos a otros, utilizando una app de smartphone que nos diga quien más va en nuestra dirección, y compartamos los asientos libres de nuestros coches para ahorrar gastos y vivir mejor!

Apúntate en Dedocar.org para poner en marcha esta app.

Nuevas soluciones eficaces contra la contaminación, prejuicios románticos o ideas rancias. ¿Qué prefieres?

La Unión Europea convoca la Semana Europea de la Movilidad y fija unos objetivos para concienciar a los ciudadanos europeos sobre la necesidad de una movilidad más eficiente y sostenible en nuestras ciudades.

El lema de la UE para la SEM de este año ha sido:

“COMPARTIR TE LLEVA MÁS LEJOS”

SEUmov Compartir te lleva más lejos

Te invito a ver el vídeo promocional de la SEM 2017. Es muy gracioso, y deja clarísimo que la campaña trata de fomentar que compartamos el coche en nuestros viajes, para evitar los problemas de congestión y de contaminación de nuestras ciudades, y también que las nuevas aplicaciones móviles te lo ponen fácil.

 

El objetivo es genial; pero luego, cada país y cada ayuntamiento, adaptan esos objetivos comunes para realizar una campaña según sus propios criterios.

Por ejemplo, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de España, promovió la participación de los ayuntamientos en un concurso, en el que les pedía que enviaran un plano de la zona que iban a cortar al tráfico en el día sin coches.
En el comunicado, no quedaba claro si iban a dar el premio al ayuntamiento que cortara una zona más amplia, o al que “puteara” a mayor número de ciudadanos, prohibiéndoles circular.

 

Afortunadamente, el Ayuntamiento de Madrid no hizo tal cosa, sino una campaña inspiradora que se ha llamado “La Celeste”.

Si buscáis en Google las imágenes de los carteles de la campaña, os aparecerá varias veces este tan chulo.

La-Celeste En Bici

En el cartel se ve claramente a una señora montando en bici, y hay una leyenda con un tamaño de letra medianamente legible, que explica la imagen: “A UNA CUIDAD MÁS RESPIRABLE SE LLEGA EN BICI”.

No es exactamente lo mismo que propone la UE, pero lo ir en bici por el cielo molaría ¿No?

Sobre todo, el cartel les gustará a los ideólogos románticos que piensan que todo el mundo debe ir por la ciudad en bici.; aunque sea alguien que vive en Leganés y tiene que cruzar la ciudad para ir a trabajar a Alcobendas, a más de 30 Km.

 

Para ser sinceros, también ha habido otro cartel, más acorde con el espíritu de la UE; pero no he conseguido encontrarlo en Google (y ya sabéis que, lo que no está en Google, no existe). Tuve que sacar una foto al autobús que lo llevaba.

La Celeste Compartir te lleva más lejos 20171003

Aquí no hay texto alguno que explique la imagen y, al principio, ni lo entendía.

Lo primero que pensé es que había gente volando por el cielo en una nube (ya sabes, el slogan. “de Madrid al cielo”), y pensé:

“¡Menuda chorrada romántica. Es aún peor que lo de la bici!”

 

Luego, tuve que ampliar la foto y fijarme mucho para leer el slogan junto a la bandera de la Unión Europea, que dice en la letra más pequeña de todas: “COMPARTIR TE LLEVA MÁS LEJOS”.

Solo entonces entendí que esa nube con personas, en realidad tenía volante, ruedas y faros: ¡Era un coche compartido por cuatro personas!

 

La bici del otro cartel saltaba a la vista. Pero aquí se ha impuesto la “cochefobia” que nos invade, con prejuicios como “la bici es buena y el coche es malo (sin importar lo lleno que vaya)”. Al contrario que en el vídeo de la UE, en este cartel han camuflado tanto el coche, como si fuera una nube, que no se le reconoce.
Seguro que muchos de los que hayan visto el cartel del autobús, no han entendido que se trata de fomentar el uso compartido del coche. Que dejemos de ir cada uno en su propio coche, y que aprovechemos los asientos libres para llevar a otras personas, y así quitar coches del tráfico.

 

¡Qué rabia me dio que se perdiera una ocasión tan buena!

Porque en DedoCar.org queremos hacer precisamente eso:
Ayudar a mucha gente a compartir sus viajes al trabajo en coche.

La app DedoCar dice a conductores y pasajeros, quien más está yendo en su misma dirección, para que puedan aprovechar millones de asientos libres que ahora se desperdician, y ahorrar gastos, espacio urbano y energía yendo juntos.
Si conseguimos que mucha gente deje de usar su propio coche y empiece a compartir viaje en el coche de otro, los beneficios de reducción de contaminación, de atascos de tráfico y de problemas de aparcamiento pueden ser increíbles.

 

Por favor, señores del Ayuntamiento de Madrid.

Ya se lo hemos pedido varias veces.

¿En vez de perder 22 millones de Euros de dinero público al año en BiciMad (o además de ello, si se empeñan en seguir adelante con sus ideas románticas), no podrían ustedes financiar una sola vez con 50.000€ el desarrollo de una solución verdaderamente eficaz para reducir la contaminación en Madrid, como la app DedoCar?

 

¿No será mejor facilitar a los millones de madrileños que han de ir a trabajar en hora punta, formas innovadoras de moverse compartiendo sus coches, para viajar de una manera más económica, más eficiente y más sostenible?

La forma más eficaz de evitar la contaminación que provocan los coches

Por encargo del Ayuntamiento de Madrid, Siemens ha hecho un análisis de las causas de la contaminación en la ciudad 

Estamos de acuerdo en que muchos madrileños estamos tirando el dinero, quemando combustible, atascando la ciudad y contaminando el aire mucho más de lo necesario; porque vamos cada uno en su propio coche, y en la mayoría de nuestros viajes desperdiciamos cuatro de los cinco asientos del coche.

Ahora toca encontrar la solución

¿Qué te parecería ir al trabajo con la comodidad y rapidez de un coche con chófer, pero a precio de autobús y contaminando mucho menos?

Pues ahora se puede, gracias a una app de carpooling que ayuda a varias personas que van en la misma dirección a ir al trabajo compartiendo un solo coche, y a moverse por la ciudad de una forma más eficiente, económica y sostenible.

Con la app de autostop urbano DedoCar, utilizaremos menos coches, porque aprovecharemos sus asientos libres para llevar varias personas en cada viaje.
Al dividir los gastos equitativamente entre el conductor y varios pasajeros, todos ahorraremos un poco cada día. Es aún mejor que BlablaCar, porque sirve para moverte todos los días por la ciudad, y solucionar varios de sus problemas.

Compartiendo los viajes en coche, todos ganamos en calidad de vida (menos coches, menos atascos de tráfico en hora punta y menos problemas de aparcamiento) y reducimos la contaminación sin tener que invertir en más medios de transporte subvencionados, ni en aparcamientos disuasorios. Y tampoco hay prisa para retirar nuestros coches actuales y comprar otros, ya que cualquiera que lleve 3 pasajeros, multiplica inmediatamente su eficiencia, consume menos energía y contamina la cuarta parte.

Ya no habrá picos de contaminación, por lo que no será necesario que el Ayuntamiento imponga medidas impopulares ni soluciones brutas, como poner peajes a los madrileños, ni impedirles circular en coche o aparcar en el centro.

Pero parece que estamos clamando en el desierto.
¿Cómo lo tenemos que explicar, para que las autoridades nos ayuden?

 

Al final, lo tendremos que hacer los propios ciudadanos.
Más información en www.DedoCar.es.

Si te gusta esta solución para ti y para tu ciudad ¡Apúntate en https://goo.gl/3FksUt!

¿Por qué Google y Amazon apuntan en la dirección equivocada?

El desarrollo de la sociedad tiene mucho que agradecer a las búsquedas de Google y también a la distribución long tail de Amazon.
Pero, siendo sensatos y realistas, equivocan el tiro cuando se salen de lo que conocen bien, y se dedican a inventar juguetes para niños grandes.

Amazon y los drones carteros:

Amazon drone

Que la tecnología pueda permitir enviar pequeñas cargas volando en un aparato programado para ello, no significa que no vayan a encontrar otro tipo de problemas. Se piensan que el espacio aéreo que hay sobre nuestras cabezas está libre y a su completa disposición y que pueden mandar cacharros voladores a donde quieran y en el momento que quieran. ¡Con la regulación aeronáutica y la seguridad aérea hemos topado!
¿Habrá mapas aéreos tan detallados que reflejen los árboles, los postes y los cables, para que no se choquen
con ellos unos drones guiados por GPS?
Si ya resulta difícil que un mensajero te encuentre en casa a la primera, cuando te trae un pedido; para que te llegue por dron, ¿Tendrás que dejar todo el día abierta la ventana y poner en ella una baliza de radio frecuencia?

Google y el coche autónomo:

Google self driving car

El único sentido que tiene un coche es llevar gente. Y a buena parte de la gente que lleva dentro, le gusta conducir. Cuando los coches llevan poca gente, causan problemas (atascos de tráfico, problemas de aparcamiento, contaminación del aire …); y si no llevan a nadie, causarán muchos más.
Por eso, empeñarse en desarrollar un coche sin conductor es una pérdida de tiempo, si no resulta contraproducente.

¿En qué emplear mejor los esfuerzos?

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En vez de intentar obtener beneficios explotando una hipotética flota de drones carteros, o de robo-taxis, sería mucho mejor para la humanidad que empresas como Amazon o Google fomentaran la mayor eficiencia de la economía colaborativa, y que dedicaran la inteligencia y los esfuerzos de sus brillantes ingenieros a encontrar la forma de facilitar a la gente que ahorremos dinero, contaminemos menos y dejemos de provocar atascos de tráfico, agotamiento de los recursos naturales y cambio climático.

Deberían ayudarnos a que llevemos más llenos nuestros coches particulares cuando nos movemos por las ciudades.

En vez de pagar cada uno la carrera de un robo-taxi, es mucho mejor que uno de los ocupantes del coche siga siendo su orgulloso dueño, mientras comparte los gastos del viaje con otros vecinos y compañeros, a los que lleva en sus asientos libres mientras va de camino al trabajo, ya que no le importa conducir.

Carsharing frente a ridesharing. Quién es quien en las plataformas de compartir coche de la economía colaborativa.

¿Sabemos qué problemas de los viajeros y de los ciudadanos resuelven realmente las diferentes compañías (como Uber o Blablacar), que ofrecen alternativas de transporte basadas en nuevas tecnologías y en la economía colaborativa? ¿Cuál es la diferencia entre compartir viaje «ridesharing» y compartir coche «carsharing»?

La tecnología conseguirá que millones de personas utilicen cada día los medios de transporte de forma más eficiente y sostenible, resolviendo problemas de tráfico y contaminación en las ciudades.

Algunos beneficios de la tecnología son obvios:
Ahora las puertas de los automóviles se pueden desbloquear por medios remotos, sin necesidad de llaves físicas; lo que facilita el alquiler de coches por horas, en lugar de días; y evita tener que devolver el coche en el mismo lugar donde se recogió.
Un navegador GPS nos puede guiar con seguridad a destinos no tan frecuentes, o ayudar a hacer nuestras rutas con mayor comodidad o ahorro de costes.
Puede que en el futuro los coches sin conductor pueblen nuestras calles (esperemos que lleven algunas personas dentro, para no hacer los atascos de tráfico todavía peores de lo que son ahora).

Pero una segunda derivada nos lleva a encontrar consecuencias más relevantes. Además de poder llamar un taxi desde una aplicación de smartphone; las redes de telefonía móvil y la popularización de los teléfonos inteligentes, con sus capacidades de redes sociales, también permiten que las personas se coordinen para lograr una movilidad más eficiente, compartiendo los viajes y los automóviles privados.
Hay miles de programadores que hacen aplicaciones para teléfonos móviles Android, con nuevas funcionalidades que son fáciles de instalar y utilizar por millones de personas. Esto, no sólo imprime un ritmo acelerado a la innovación, sino que también lleva a cierto grado de democratización de la tecnología, dando a la multitud parte del poder que anteriormente estaba reservado sólo a las empresas.

En esta nueva economía o consumo colaborativo, además de su papel tradicional como consumidores, las personas adquieren un nuevo rol de productores de bienes y servicios, creando un valor que ofrecen a la sociedad, como puede ser poner a disposición de otros los asientos libres que llevan infrautilizados en el coche, creando así nueva oferta con gran abundancia de plazas de transporte, la mayoría de las cuales estarán disponibles en hora punta, justo cuando más demanda hay y más se necesitan.

 

¿Quién es quien en los nuevos negocios relacionados con la movilidad?

En este contexto, están surgiendo nuevos negocios (como Uber, Lyft, Blablacar, Car2go, Didi Chuxing…) para explotar los nuevos modos de movilidad. Pero todavía hay mucha confusión sobre lo que hace en realidad cada una de esas empresas, los servicios que prestan y sobre los beneficios que traen para resolver los verdaderos problemas de los viajeros y los ciudadanos.

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Es muy importante distinguir entre compartir los coches (“carsharing”) y compartir los viajes (“ridesharing”)

En primer lugar, si yo conduzco un determinado coche ahora, y luego lo conduce otra persona (por ejemplo, en un alquiler por horas), esto es compartir coche.
También es compartir coche usar un taxi y, en cuanto a eficiencia energética, hay poca diferencia entre pararlo en la calle, o si viene a recogerte mediante una llamada telefónica o una aplicación de teléfono inteligente.
Compartir coche en la ciudad, solamente ahorra un poco de espacio de estacionamiento, eso es todo. Si cada taxi sigue llevando un solo pasajero, no aumenta la oferta de plazas en hora punta.

Sin embargo si, en lugar de ir a trabajar cada uno en su propio coche, encontramos varias personas que tienen trayectos compatibles, y van juntos en un solo coche para ahorrar compartiendo gastos; esto es algo muy distinto; se trata de compartir los viajes.

 

Es mucho mejor compartir viaje que compartir coche.

El viaje compartido aprovecha mejor las plazas disponibles, y es varias veces más eficiente que el coche compartido, porque ahorra combustible, ahorra gastos de viaje (al dividir los costes de mover un solo coche entre varios viajeros), y retira coches de la circulación; por lo que evita los atascos de tráfico en hora punta (que causan la pérdida de 3 o 4 veces más tiempo de viaje y un 80% más de contaminación),  y también soluciona los problemas de aparcamiento y de contaminación del aire que respiramos en la ciudad.

Además, cuando el coche cuyo viaje se comparte no es uno nuevo, que se fabrica para pertenecer a una flota explotada por una empresa o una gran multinacional; sino que se trata del coche particular que ya tenía uno de los viajeros (sin inversión adicional ni ánimo de lucro, porque el conductor no cobra por ello, ni es un negocio de coches de alquiler) sale mucho más barato viajar y estamos ante la verdadera economía colaborativa del futuro, que utiliza los medios disponibles de forma  más eficiente y sostenible y aporta beneficios a quienes la utilizan y al resto de la sociedad.

 

En vez de concentrar la riqueza en unas pocas grandes empresas (como ha venido ocurriendo con el consumismo individual), la verdadera economía colaborativa (cuyo mejor ejemplo es compartir los viajes en coche, aprovechando esos asientos libres que ahora se desperdician) trae beneficios para todos, y principalmente para quienes comparten los medios de transporte ya disponibles, utilizándolos de forma más racional y adecuada para el medio ambiente.

Al llevar a algunos pasajeros en los asientos libres de tu coche, cuando vas de camino al trabajo o en cualquiera de tus desplazamientos por la ciudad (o, mejor aún, si vas como pasajero en el coche de otra persona) consigues la comodidad y rapidez de un taxi, pero a un precio más bajo, similar al de un medio de transporte público.

Haciendo esto, muchos ahorrarán tiempo de viaje y quitaremos coches de la circulación en cantidad suficiente para evitar los atascos de tráfico que sufrimos cada día, los problemas de aparcamiento y la contaminación.

 

Podemos adaptar el modelo de Blablacar, para movernos a diario por la ciudad compartiendo los viajes en coche.

En DedoCar estamos creando una aplicación de auto-stop para smartphone, que nos ayude a ahorrar y movernos por la ciudad de una forma más eficiente y sostenible, compartiendo los asientos libres en nuestros viajes en coche de cada día por la ciudad.

Vamos a mejorar el modelo ridesharing de Blablacar, para que también sirva para los desplazamientos diarios por la ciudad, haciendo un reparto automático y justo de los gastos de viaje entre todos los ocupantes del coche (el conductor no gana dinero, sino que recupera hasta el 75% de los gastos), y organizando el viaje sobre la marcha, sin el incordio de tener que publicar y negociar los viajes con días de antelación.
Puedes encontrar mas información sobre la app  que te señala compañeros para compartir viaje, en: www.dedocar.es

¿Cuántos coches hay que aprovechar bien, para acabar con los atascos de tráfico y la contaminación?

Tenemos un problema en la ciudad: Los atascos de tráfico provocan un 80% más de contaminación y tardamos tres o cuatro veces más en llegar. Esto ocurre porque colapsamos las vías de circulación con demasiados coches que llevan solo al conductor y varios asientos libres. Si compartimos algunos de estos asientos libres (llevando en ellos a personas que van en nuestra misma dirección) podemos librarnos fácilmente de estos problemas.

Actualmente utilizamos nuestros coches de forma poco eficiente. La inmensa mayoría de ellos llevan solo una persona (el conductor), y desperdician cuatro asientos vacíos. Podemos decir que, de cada cinco coches que circulan por Madrid, cuatro llevan solo al conductor, y el quinto lleva dos personas.

Así, hacemos circular muchos mas coches de los necesarios, despilfarramos un combustible cada vez más escaso y estamos contaminando en exceso el aire que respiramos. Realmente, no es la forma más inteligente de desplazarse, porque estamos tirando el dinero y creándonos a nosotros mismos problemas de salud, tráfico y aparcamiento.

 

Todo se complica por la evolución diaria del tráfico.

Los ciudadanos estamos sujetos a ciertos horarios y la demanda de plazas de transporte varía mucho a lo largo del día. Se dan dos picos de demanda muy marcados, a las horas punta de ir y volver a trabajar, como puede verse en la línea verde del gráfico.

Sin embargo, el número máximo de vehículos que admiten las calles y carreteras es constante (línea azul del gráfico) y algo parecido sucede con el número de plazas disponible en los medios de transporte colectivo.

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Al no poder dar solución a estos picos de la demanda, se producen las consabidas congestiones y embotellamientos de tráfico de las horas punta, cuando los medios de transporte disponibles parecen no ser suficientes.

Sin embargo, esto no es del todo verdad.
Si por Madrid circula cada día un millón de coches, esto significa que entre todos llevamos desaprovechados cuatro millones de valiosos asientos libres (son más plazas que personas viajan en metro y autobús). Y además, la mayoría de estos asientos están vacantes en las horas punta, justo cuando más se necesitan y cuando más problemas de transporte sufrimos.

¿Podríamos aprovechar nuestros asientos libres para tener menos problemas y vivir mejor?

 

Estudiemos en detalle por qué se producen los embotellamientos, y sus efectos perniciosos:

En el siguiente gráfico, la línea negra representa cómo evoluciona el número de vehículos que circula a lo largo del tiempo (el tráfico real). En la parte izquierda tenemos un tráfico creciente pero fluido, que es capaz de satisfacer la demanda, porque los coches pueden transitar sin problemas. Estos empiezan cuando se alcanza la capacidad máxima de la vía de circulación, en la hora punta. Es lo que viene ocurriendo en la M-30 sobre las 7 de la mañana.

Cuando el número de vehículos que entra a circular supera el nivel máximo que admite la vía, esta se satura. Se producen los primeros frenazos y, repentinamente, la capacidad de admitir vehículos se reduce drásticamente.

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A partir de ese momento, a pesar de que la demanda sigue aumentando, en realidad desciende el número de coches que circula. Pasamos a una situación de tráfico congestionado, en la que la línea negra del tráfico real se separa cada vez más de la curva de la demanda (la línea azul discontinua, que sigue creciendo); por lo que cada vez más parte de la demanda queda insatisfecha. Hay coches que tienen que esperar para poder entrar a circular por las vías principales, o que se tienen que buscar un camino alternativo, dando un rodeo.

Los efectos más notables y dañinos de los embotellamientos son:

  • Una gran disminución de la velocidad (P.ej. en la M-30 de Madrid la velocidad baja desde 90 hasta 20 o 30 Km/h), con lo que tardas 3 o 4 veces más en llegar.

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  • Cada coche atrapado en el atasco contamina un 80% más (Según un estudio de la Universidad de Dresde)
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Una vez que ya tenemos el tráfico congestionado, la situación parece irresoluble, puesto que hay demasiada diferencia entre el número de coches que quieren circular y los que de verdad lo consiguen.

 

La única solución está en anticiparse, retirando de la circulación el número de vehículos suficiente, para evitar que las vías de comunicación rodada se lleguen a saturar.

Para ello, podemos aprovechar los asientos libres de nuestros coches.

Imaginemos que logramos convencer a cierto número de personas para que se ofrezcan a llevar pasajeros en las plazas libres de sus coches, mientras ellos mismos van de camino a sus ocupaciones diarias. Entonces, cada uno de ellos retirará de la circulación varios vehículos (entre 1 y 4 según el número de pasajeros que lleve), puesto que quienes ahora van de pasajeros en esas plazas, ya no necesitan mover cada uno su propio coche.

Aprovechar eficientemente algunos coches que comparten sus plazas libres, causa dos beneficios en el tráfico:

  1. Podemos transportar a todas las personas que lo necesitan, en un menor número de vehículos (sin llegar a saturar la vía de circulación).
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  2. Comparado con la situación que teníamos cuando el tráfico estaba congestionado, aumenta la capacidad efectiva de las calles para transportar personas (según el área verde del siguiente gráfico)

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Este cambio de comportamiento (aprovechar los asientos libres en vez de ir cada uno en su propio coche) tiene dos efectos en la mejora de la contaminación:

  • En primer lugar, los coches de los pasajeros ya no contaminan nada, puesto que los han dejado aparcados.
  • Además, al retirar de la circulación estos coches, no se llegan a saturar las vías de circulación, e impedimos que se produzcan atascos de tráfico.
    Esto (además de evitar que tardemos 4 veces más), prácticamente duplica la eficacia de la lucha contra la contaminación; porque los coches circulan en un tráfico fluido, y ya no contaminarán ese 80% adicional que emitían cuando circulaban con el tráfico congestionado.

¿Cuantos coches hay que compartir para evitar el atasco?

Para mantener una vía descongestionada, solo hemos de retirar el exceso de coches que causa el atasco (el número de coches que hay entre el nivel de saturación y el pico de demanda.

Para conseguirlo, bastaría con compartir un número de coches relativamente bajo. El hecho de que cada coche compartido pueda ofrecer hasta cuatro plazas de pasajero, supone un efecto multiplicador que juega a nuestro favor.

En el peor caso (si cada coche compartido solo llevara un pasajero, y siguiera teniendo tres plazas libres), haría falta compartir tantos coches como el excedente de demanda sobre la capacidad de la vía.
Sin embargo, en el mejor caso (cuando cada coche completa todas sus plazas libres y lleva cuatro pasajeros) la situación es como muestra la gráfica siguiente, y basta con compartir un número de coches cuatro veces inferior.

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Aunque el resto de los vehículos sigan yendo como hasta ahora (solo con su conductor), tanto estos como los coches compartidos disfrutarán de un tráfico fluido, con las ventajas para todos de una gran reducción de la contaminación y de los tiempos de viaje.

 

 

Resumiendo:

Los atascos de tráfico en la ciudad, provocan un 80% más de contaminación y que tardemos tres o cuatro veces más en llegar. Podemos evitarlos fácilmente, con tan solo compartir los asientos libres de algunos de nuestros coches, llevando como pasajeros en ellos a otras personas que van en nuestra misma dirección.

DedoCar es una aplicación de smartphone que te encuentra un asiento libre en un coche que te puede llevar; o que, si decides compartir los asientos libres de tu coche, te localiza sobre la marcha a los pasajeros que puedes llevar mientras vas de camino a tu punto de destino.
Si quieres ahorrar tiempo y dinero, y solucionar los problemas de transporte en tu ciudad,  ¡Apúntate a la comunidad de viajeros comprometidos en www.dedocar.es!

Economía colaborativa y multa a Blablacar.

Una lamentable persecución de la economía colaborativa.

Respecto a la reciente multa de la Comunidad de Madrid a Blablacar, es verdaderamente lamentable que las autoridades persigan a las iniciativas de economía colaborativa, en vez de fomentarlas; como deberían hacer por el bien de sus ciudadanos.

Hemos estudiado a fondo el tema y debemos aclarar qué es y qué no es una verdadera economía colaborativa, y la ética que subyace bajo estas plataformas.

Aunque se presentaban como economía colaborativa, al final, UberPop resulta ser un negocio muy lucrativo que explota a gente que se ha quedado sin empleo, a la que dicen que se puede ganar la vida con su coche; pero que cuando hacen la cuenta de lo que se les deprecia el coche, y lo que gastan en combustible, cambio de ruedas y aceite, solo les queda el 18% de los beneficios para pagar su trabajo (que, además, no está reconocido como tal), mientras que Uber y los fondos de capital-riesgo que lo financian se quedan con el resto.

La reflexión es: “Si pueden hacer exactamente lo mismo que un taxi, a menor precio para el cliente, y encima tener un negocio lucrativo… están haciendo trampa por algún lado”.
Lo único bueno que tiene UberPop, es su capacidad para hacer disponibles nuevas plazas de transporte en momentos en que los medios tradicionales se ven desbordados pero, con el «price surge»… ¡a qué coste!

Uber explota a gente desempleada, mientras que Blablacar es colaborativo y eficiente

La filosofía de Blablacar si que es colaborativa: Aprovechar para llevar más gente en los asientos libres de alguien que tiene que viajar de todos modos y, en vez de tirar el dinero yendo solo, varios viajeros comparten los menores gastos de mover un solo coche.

Es muy eficiente en cuanto al uso de energía y recursos; pero tiene un punto débil:
Tal como está diseñado el funcionamiento de la plataforma, es el conductor quien pone el precio que quiere cobrar por cada asiento, y esto da opción a la picaresca:
Alguien (que no tiene que ir a Valencia para nada), podría hacer dos viajes al día, de ida y vuelta con una furgoneta llena de pasajeros, y ganar dinero con ello.

Mejorando el modelo, con un coste fijo por kilómetro a dividir entre todos (conductor incluido)

Estamos intentando mejorar este modelo para solucionar los problemas de contaminación y de transporte urbano (puedes ver cómo en la web DedoCar). Queremos aprovechar bien los millones de plazas que llevan vacías nuestros coches, cuando nos movemos por la cuidad en hora punta.
Y también queremos repartir equitativamente los beneficios de viajar juntos. Por eso, no será cada conductor el que ponga un precio, sino que vamos a establecer un coste fijo por kilómetro recorrido, y lo vamos a dividir entre todos los ocupantes del coche, incluyendo al conductor, que nunca podrá ganar dinero, sino tan solo recuperar una parte de los gastos que ha pagado por adelantado (puede que más del 75%, que no es poco).

Solucionando las trabas legales para poder arreglar problemas serios.

Así, conseguiremos que ningún estamento establecido, ni ninguna autoridad de mentalidad retrógrada, puedan esgrimir argumentos legales para atacar a una comunidad de usuarios que, mientras va de camino al trabajo o de vuelta a casa, se organiza para usar sus coches de manera más eficiente, quitando contaminación, atascos de tráfico y problemas de aparcamiento (cosas que nos vendrán bien a todos los habitantes de la ciudad, incluso a quienes no viajen, o lo hagan por otros medios).

Y quién sabe… si muchos dejamos de ir por tantas ciudades superpobladas cada uno en su propio coche, hasta puede que este cambio de comportamiento de los ciudadanos hacia una movilidad más sostenible, sirva para solucionar el cambio climático antes de que ya no tenga remedio. Ojala que lo consigamos pronto, porque estamos batiendo continuamente los records de CO2 en la atmósfera.

Cómo financiar las iniciativas sociales, para que ganen los ciudadanos

Finalmente, apreciamos que muchas buenas iniciativas sociales son perseguidas por los poderes establecidos y, las que se sufragan mediante rondas millonarias de financiación aportadas por fondos de capital riesgo, se acaban pervirtiendo y derivando hacia las grandes fortunas unos beneficios que deberían ser para la gente que se esfuerza en participar en las plataformas de consumo colaborativo.

Por eso (siempre que se pueda) es mejor financiar los desarrollos de las plataformas colaborativas con fondos públicos dotados por gobiernos progresistas o, en su defecto, mediante muchas pequeñas aportaciones de sus futuros usuarios, lo que se denomina crowdfunding.

Tal como dice Robin Chase: «Si los gobiernos no lo hacen… la gente lo hará».

La solución de María Jesús y sus vecinas para ir a trabajar.

Una historia real de cómo ahorrar tiempo y dinero, compartiendo coche en los desplazamientos al trabajo, gracias a la app DedoCar

Se pusieron de acuerdo para ahorrar tiempo y dinero.

 

Os contaré la historia de mi amiga María Jesús. Es una mujer luchadora e inteligente que vive en Fuenlabrada y trabaja en Madrid.

Chica esperando 2
Al principio pensaba (como creemos la mayoría) que sólo tenía dos maneras de ir a trabajar:

  • En transporte público;
    Tendría que hacer varios transbordos y perdería cada día más de una hora de ida y otra de vuelta;
  • O coger el coche familiar.
    Como su marido no lo usa, porque está en paro, María Jesús podría cogerlo para tardar menos; pero (como buen ama de casa que es) echó cuentas y vio que no podía permitírselo, porque ir en coche le costaría más de 200€ al mes (además de tener que alquilar una plaza de aparcamiento cerca del trabajo).

Cualquiera de estas alternativas tenía serios inconvenientes; así que María Jesús no utiliza ninguna de ellas.
¡Es una chica lista, y encontró otra salida!

Sí, amigos. Las mujeres son unos seres maravillosos, con una gran virtud: ¡Hablan y hablan a todas horas!
En serio. Hacen lo que nunca hacemos los hombres (por lo menos yo, que me da corte hasta preguntar el camino cuando me pierdo). Hablan entre ellas continuamente, se interesan por los problemas de las demás y se preguntan unas a otras ¿y tú cómo haces…?

María Jesús encontró la solución por casualidad:
Varias madres de compañeros de colegio, estaban charlando en un cumpleaños, cuando se dieron cuenta de que casi todas tenían unas necesidades de transporte similares: Muchas tenían que ir cada día a trabajar a  Madrid, y entre ellas había cinco amigas con horarios similares.

Vieron que les convenía a todas, y enseguida se pusieron de acuerdo para ir las cinco juntas, en el coche de una de ellas.
La que trabaja más lejos, sigue yendo en su coche pero, en vez de ir sola, ahora recoge a sus compañeras en el barrio y luego las va dejando por Madrid, mientras ella sigue de camino a su trabajo. Una de ellas se queda en el intercambiador de transportes de la Plaza Elíptica (para seguir hasta su trabajo en transporte público) y las otras se van bajando del coche cuando cada una va llegando cerca del suyo.

Al llevar un solo coche, el gasto de viaje es menor; y se lo dividen entre todas. Cada una de las pasajeras devuelve a  la conductora una parte de lo que cuesta mover el coche, y así les sale más barato que el abono transporte.

Las que antes iban en transporte público, ahora ahorran mucho tiempo; y las que iban cada una en su propio coche, ahora gastan mucho menos. Y todas viajan juntas cómodamente, mientras hacen lo que mas les gusta: charlar.

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María Jesús y sus amigas encontraron la mejor solución, porque tuvieron la suerte de conocerse y de hablar sobre sus problemas.

Pero… ¿Cuántos casos similares existen todavía por resolver?

El caso de María Jesús y sus amigas, nos sirve de modelo para solucionar los problemas de millones de personas.

Gracias a nuevas aplicaciones en los móviles, pronto podremos ponernos en contacto con otras personas para solucionar nuestros problemas comunes del día a día.

Ir por la ciudad cada uno en su propio coche, significa provocar atascos de tráfico, quemar combustible, contaminar el aire, desperdiciar asientos libres y tirar dinero cada día.

Cuando tantos millones de personas tenemos que ir a trabajar a la vez, no tiene sentido que cada uno vaya en un coche, solamente porque no conoce a  los que van en su misma dirección. Fácilmente podríamos compartir nuestros viajes en coche con otras personas, para movernos por la ciudad de una forma más económica, más eficiente y más sostenible.

Creemos que te puede servir cualquier coche que vaya en tu misma dirección y que lleve una plaza libre. En realidad, ¿Necesitas ser amigo de alguien para compartir con él unos minutos en coche, durante la ida al trabajo o la vuelta a casa?

Por eso, estamos desarrollando una comunidad de viajeros que usen una app que localiza a personas con recorridos compatibles (como María Jesús y sus amigas) para que se puedan ayudar mutuamente.

La hemos llamado DedoCar. ¡Apúntate a compartir viajes en coche!

La mejor forma de moverse por la ciudad.

Nuestros smartphones nos permiten compartir las plazas que llevan libres los coches, y aprovecharlas bien será la mejor forma de moverse por la ciudad para millones de personas.

 

La tecnología y un análisis detallado del transporte urbano, ofrecerán nuevos modos de movernos por la cuidad más eficientemente, con menor gasto de tiempo y dinero, menor despilfarro energético y contaminación.

 

Analizando el modo en que nos movemos por nuestras grandes ciudades, se aprecia un foco de gran ineficiencia: La mayoría de los coches particulares viajan tan solo con su conductor; cuando cada uno de ellos podría llevar cinco personas, con prácticamente el mismo consumo de energía y la misma ocupación de espacio en la calle.

 

Así pues, existe una gran abundancia de plazas libres inutilizadas que se pueden aprovechar para transportar más personas en menos coches, gracias a la tecnología disponible actualmente.

 

Ventajas generales.

En general, reducir el número de coches en circulación, supondrá un gran alivio para la congestión del tráfico urbano, y para disminuir la contaminación del aire.

 

Las congestiones en el tráfico rodado provocan cada día a los automovilistas estrés, pérdidas de tiempo y un consumo de combustible mayor del necesario. Se producen habitualmente durante las horas punta (en las que la mayoría de la gente se desplaza a trabajar a la vez), y son causadas por la circulación simultánea de un número de vehículos mayor a la capacidad de las vías urbanas.

 

Buena parte de la contaminación del aire de nuestras ciudades es debida a los gases de escape de los motores de combustión interna de nuestros coches. Sufrimos sus efectos adversos especialmente cuando se dan condiciones meteorológicas anticiclónicas, con ausencia de lluvia y viento, que no favorecen la dispersión de estos gases, sino que se acumulen en el aire que respiramos en la ciudad. A menudo, las autoridades se ven forzadas a imponer restricciones en el tráfico para mitigar la contaminación.

 

Todos estos problemas, pueden paliarse con un mejor aprovechamiento de los medios de transporte disponibles; especialmente ocupando lo mejor posible las plazas libres de los coches particulares que ya están en circulación.

 

Ventajas para quienes compartan viaje.

Además, las personas que aprovechen mejor los coches, compartiéndolos durante sus desplazamientos diarios, se beneficiarán de importantes ahorros de tiempo y gastos de viaje.

 

Los pasajeros que actualmente necesitan encadenar varios medios de transporte público y gastar más de una hora de su tiempo para llegar desde casa al trabajo, cuando viajen como pasajeros en el coche de otro, disfrutarán de una comodidad y rapidez comparable a la de un taxi, pero manteniendo un coste similar al precio del autobús.

 

Los conductores que actualmente están tirando el dinero por correr en solitario con todos los gastos de mover el coche (amortización de su compra, aparcamiento, combustible, seguro, impuestos, mantenimiento…), disfrutarán de un ahorro de hasta el 75% de dichos gastos si, mientras van de camino al trabajo, llevan en los asientos libres de su coche a pasajeros dispuestos a compartir gastos.

 

La tecnología viene en nuestro rescate.

La actual difusión del uso de smartphones y sus capacidades de comunicación de datos, de ubicación y de navegación, facilitan y simplifican enormemente la coordinación de varios viajeros para compartir los gastos de utilizar un solo coche.

 

En este prototipo, puedes experimentarlo tú mismo. Juega para ver si el procedimiento consigue llenar sobre la marcha los asientos libres del coche con hasta cuatro pasajeros, y cuánto consigue ahorrar cada uno de ellos.

 

Una vez explicadas las ventajas de compartir viajes urbanos en tiempo real (la segunda generación de Blablacar), y demostrado que es posible técnicamente, di… ¿qué más haría falta para que tú mismo pasaras de ese juego a compartir viajes en la vida real?

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